10/02/2023
Asi mero
En este perfil estamos orgullosos de ser COCINEROS.
Los que ya peinamos canas, o ni peinamos nada ya, recordamos que no hace tanto tiempo daba cierto rubor decir que eras cocinero. No es que no estuviese bien visto, es que ni siquiera estaba contemplado. Ahora decimos con orgullo: soy cocinero.
Pero ¿qué hace falta para ser un buen cocinero?
Lo primero es formarse y convencerse de que durante el resto de la vida se sigue aprendiendo. Debemos estar siempre dispuestos a aprender. De cualquiera.
Además, uno ha de ser honesto y consecuente y hacer aquella cocina que le guste, aquella que lleve dentro, y no tomar caminos equivocados en busca de la mera notoriedad. De este modo nos sentiremos felices con lo que hacemos y cómo lo hacemos. Y esa felicidad se transmite. Es algo que los clientes van a percibir y apreciar. Volverán.
Debemos dar a esos clientes lo que nos gustaría que nos diesen a nosotros, tanto en lo que respecta a los productos como a la forma de tratarlos, a la creatividad o a la tradición (ambas igual de válidas). Tenemos la suerte de haber nacido en un país con una materia prima extraordinaria y nuestro deber es ir a buscarla allá donde esté y después negociar un precio justo con el proveedor, que es nuestro cómplice, para que pueda seguir suministrándonos lo mejor y no tenga que abandonar.
También es imprescindible hacerse con un buen equipo y mantenerlo. Dialogar con ellos para poner en cuestión todo lo que sea necesario, hacerles partícipes de las decisiones que se tomen. Apoyarles y aconsejarles. Poner a los mejores a prueba para ayudarles a crecer. Incluso, a veces, apoyarles si ese crecimiento implica tener que dejarles marchar para que inicien su propio vuelo.
Y no hay que conformarse. Es preciso seguir teniendo sueños, ilusiones y proyectos, crear nuevos objetivos por los que luchar, por muy quiméricos que parezcan, pero con prudencia, sin poner en peligro lo que ya se ha conseguido. Que sea la vida la que te ponga los límites. No te limites tú.
La alimentación ha sido siempre un aspecto crucial para la especie humana. El modo en que obtenemos alimentos de la naturaleza condiciona cómo somos, cómo vivimos y cómo nos relacionamos.
Por supuesto, comer ha sido siempre una condición necesaria para permanecer vivos. Sin embargo, el acto de comer tiene su parte de goce. El mundo de la cocina y el arte de comer bien ha ido desarrollando una mirada cultural hacia la alimentación y la gastronomía propia de cada lugar.
Comer es sensorial. Se trata de interpretar la información que tus sentidos te dan.
Un cocinero se convierte en artista cuando tiene cosas que decir a través de sus platos...
Martín Holownia Cocinero Profesional