10/17/2025
Es difícil si creciste en el caos.
Es difícil si nadie te abrazó nunca.
Es difícil si alguno de tus padres ocasionaron heridas que quizas no se cerraron.
Pero una vez que traes un niño a este mundo, todo cambia.
No tienes que pasar ese dolor.
No tienes que buscar excusas.
Puedes repetir lo que te hicieron o decidir detener la cadena.
Es tu trabajo detener el ciclo, para sanar.
Aprender a amar incluso si nadie te enseñó, para darle a tus hijos la paz que nunca tuviste.
No se merecen tu trauma.
Ellos merecen tu esfuerzo, tu paciencia y tu protección.
Merecen que tu les enseñe que está bien pedir ayuda, que los errores se reparan y que el cariño cura más que el castigo.
La paternidad no se trata de lo que has pasado. Se trata de lo que harás ahora para cambiar. Aparece. Crece. Sé mejor, porque necesitan que lo seas.