
27/04/2025
El flamenco, no sólo se transmite con las manos ni a golpe de tacón. También grita el alma a través de la mirada, del gesto, de esa fuerza que brota del rostro como un torrente indomable.
Cada ceño fruncido, cada chispa en los ojos, cada labio apretado… es un compás más en esta sinfonía de sentimientos que es nuestro arte.
En Sala Almoraima, cada noche, no sólo se baila: se vive.
Y en la cara de nuestros artistas se dibuja toda la verdad del flamenco.