17/10/2023
CUANDO ÉRAMOS NORMALES...
Cuando éramos normales, RENFE le habria ofrecido una alternativa a este chico.
Cuando éramos normales, al haber perdido un tren y verlo desesperado, le hubieran echado una mano con otro billete o, al menos, permitiéndole cargar su teléfono para pagarlo con su tarjeta o le habrían dejado llamar a casa.
Cuando éramos normales, incluso habría algún voluntario para pagarle un billete que lo llevara a su casa porque éramos empáticos y siempre pensaríamos que ese chico podía ser el hijo de cualquiera de nosotros.
Cuando éramos normales, RENFE habría revisado todos los trenes al principio y final de cada recorrido y ese chico no habría estado casi cinco días mu**to
entre dos vagones.
Cuando éramos normales, habrían rodado cabezas en RENFE, no sólo por su incompetencia que también, sino, sobre todo, por verguenza y decencia.
Cuando éramos normales, ese chico posiblemente seguiría con vida, pero no somos normales. Nos hemos envilecido, deshumanizado y perdido el sentido de la decencia y de la responsabilidad.
Mucha pena por ese chico, Alvaro Prieto merecía haber encontrado mejores personas y organismos públicos más responsables en su camino.
D.E.P.