08/08/2025
Os contamos La llegada del AVE a Almería, como parte del Corredor Mediterráneo, se espera que tenga un impacto significativo y genere una serie de beneficios para la provincia, tanto a nivel económico como social. Algunos de los principales beneficios son:
Mejora de la conectividad y reducción de tiempos de viaje: El AVE conectará a Almería con otras ciudades importantes del país, como Madrid, Murcia y Valencia, así como con el resto de la red ferroviaria europea. Esto reducirá drásticamente los tiempos de viaje, facilitando la movilidad de ciudadanos, turistas y profesionales.
Impulso económico: La infraestructura de alta velocidad se considera un motor de desarrollo. Se prevé que la llegada del AVE a Almería estimule la economía local a través de:
Incremento del turismo: Un acceso más rápido y cómodo atraerá a más visitantes, lo que beneficiará al sector hotelero, la restauración y las actividades de ocio.
Atracción de inversiones: La mejora de la conectividad hace que la provincia sea más atractiva para empresas que buscan establecerse o expandir sus operaciones.
Generación de empleo: La construcción y el mantenimiento de la línea de alta velocidad, así como el aumento de la actividad económica derivada, crearán puestos de trabajo.
Mejora del transporte de mercancías: La línea está diseñada para ser mixta, lo que permitirá también el transporte de mercancías. Esto es crucial para un sector clave en Almería como el agroalimentario, facilitando la exportación de sus productos a otros mercados.
Cohesión territorial: La integración de Almería en la red de alta velocidad nacional y europea contribuirá a romper el aislamiento histórico de la provincia, fomentando una mayor cohesión con otras regiones.
Desarrollo urbano: Las obras de integración del ferrocarril en la ciudad de Almería, como el soterramiento de las vías, permitirán la liberación de espacios urbanos para el uso de los ciudadanos, transformando el paisaje de la ciudad y mejorando la calidad de vida.
Sostenibilidad: La infraestructura del AVE contribuye a la transición hacia un modelo de transporte más sostenible y eficiente energéticamente, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.