La danza es la expresión de varios procesos internos
Mi nombre es Samantha Steiner, soy psicóloga y bailarina de danzas árabes.
A lo largo de mis estudios universitarios y mis estudios de danza en Ecuador y en el extranjero, he llegado a encontrar en las danzas árabes un importante espacio de desarrollo personal. Desde mi experiencia, las danzas árabes me han reconectado con mi cuerpo, han fortalecido mi confianza y han permitido que explore nuevas formas de expresar emociones y pensamientos a través del movimiento.
Me especializo en el trabajo con niñas, que es extremadamente especial, porque durante la infancia y la adolescencia, las personas toman mayor conciencia de su cuerpo y en este crecimiento, la danza ayuda en la autoexploración positiva del cuerpo. Además, la danza brinda oportunidades para plasmar la creatividad y la comprensión de los propios estados internos que son exteriorizados con el movimiento.
En el desarrollo de la combinación de la psicología y la danza, he planteado tres bases desde las que enseño danzas árabes. Validación: el baile es un lenguaje y cada persona tiene su forma de hablarlo, no hay buenos ni malos, sino lo propio. Cada cuerpo se adapta al movimiento de forma singular, y con ayuda de la técnica y cuidando el cuerpo, aprendemos las danzas árabes. Propósito: todo lo que hacemos y lo que aprendemos tiene una meta, ya sea la autoexploración, la aceptación, el disfrute, la libertad, etc. Cada persona busca algo en su baile y en las clases tenemos ese espacio de exploración individual. Integridad: bailar también implica escuchar, interpretar, sentir y entender. Aprendemos sobre culturas árabes, historia y música, y como todos estos elementos enriquecen nuestra danza.
