
07/04/2025
Estamos viviendo en una era digital donde los niños pasan cada vez más tiempo frente a las pantallas. Necesitan estar constantemente cargando esa dopamina. (Yo también he pasado por eso... lo entiendo).
Esto afecta su capacidad de concentración, su creatividad, sus emociones... y lo más importante: nuestra conexión con ellos.
Como padre, he visto cómo el celular se transforma en un chupete digital.
Comienza como algo inofensivo, pero fácilmente un niño o niña puede terminar prefiriendo la pantalla antes que su imaginación o sus juguetes.
Y en mis shows de magia infantil lo noto cada vez más: cuesta captar su atención. Algunos niños llegan sobreestimulados…
Y me he dado cuenta de algo: una pequeña estadística personal…
Los niños que están más desconectados del show tienen padres o madres también pegados al teléfono.
La tecnología no es el enemigo.
Pero sí creo que estamos llamados a ser un mejor ejemplo para nuestros hijos.
Ahora bien, cada niño es distinto, y esto también depende mucho de su edad y de si tienen alguna capacidad diferente o diagnóstico específico.,.
Por eso, más que imponer una regla rígida, mi invitación es a observar, acompañar y actuar con conciencia.
Este nuevo escenario digital me ha obligado a reinventarme, sí…
Pero también me ha hecho reflexionar profundamente sobre la calidad del vínculo que estamos construyendo en casa.
Algunos datos Según la OMS:
• Menores de 2 años: nada de pantallas
• De 2 a 5 años: máximo 1 hora diaria
• De 6 a 13 años: máximo 2 horas al día (para mí es mucho, pero sirve de referencia)
• Adolescentes: supervisión, límites y conversación
Ser un padre o madre presente no es fácil. Agota.
Pero tus abrazos, tus juegos, tus historias… valen más que cualquier pantalla.
Ideas simples para reconectar:
1. Juega con ellos, aunque sean solo 10 minutos.
2. Lean un cuento antes de dormir.
3. Salgan a caminar sin celular. (Ejercicio y serotonina).
4. Pídele que te exponga un tema que le guste.
5. Deja el teléfono en modo avión. Desconéctate.
6. Mándale notas en su colación: “Eres fuerte”, “Eres valiente”.
Cada momento que inviertes en tu hijo es una semilla para toda la vida.
Estar presente es el mejor regalo.