
30/04/2025
Cuando Ángeles, Nahúm y Hugo eran niños, la música era su forma de vida. Ángeles se levantaba a las 6 de la mañana para cantar el himno nacional, y tras cantar, se volvía a dormir, soñando con ser una gran cantante. Nahúm, con su batería hecha de las cacerolas de su mamá, pasaba horas tocando música de chinelos, dejando que los ritmos llenaran su día. Hugo, con una guitarra de segunda mano que su papá consiguió como paga de un trabajo, tenía que practicar bajo un árbol porque su sonido, aunque lleno de ganas, desesperaba a los demás. A pesar de las dificultades y los obstáculos, la música nunca dejó de ser su pasión. Hoy, su música es un reflejo de esos días de esfuerzo y sueños que nunca dejaron de perseguir. 🎶✨