
14/08/2025
Después de más de un año de llamadas, reuniones, whatsapps, decisiones grandes y pequeñas, risas, nervios y muuucha ilusión… llegó su gran día.
Ser wedding planner es mucho más que organizar tiempos y coordinar proveedores: es aprender a conocer a cada pareja, a leer sus miradas, a entender qué los emociona y qué les preocupa.
Detrás de cada momento y detalle elegido, hay horas de planificación, debates, cambios de última hora y soluciones creativas. Y cuando por fin llega la boda… la vivo con la misma emoción que ellos (y sí, con la misma lágrima en el ojo 🥹).
Es un sentimiento agridulce: felicidad absoluta de verlos brillar y un poquito de nostalgia porque este viaje juntos llega a su fin.
Gracias por dejarme ser parte de vuestro día, por confiar en mí y por permitirme soñar a vuestro lado.
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